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La mayoría de los visitantes piensan que Menorca es tan solo Sol y Playa, pero muy errados van.
Menorca es una isla de baleares que por su ubicación ha tenido un gran pasado histórico que ha marcado la isla. Gracias a ello podemos realizar infinidad de actividades complementarias de las que aprender y disfrutar. A continuación os mostramos algunas de ellas lejos del mar.
La isla de Menorca es uno de los destinos vacacionales más populares entre los viajeros que buscan buen clima, playas y una exquisita gastronomía. Entre los casi 700 kilómetros cuadrados y 240 kilómetros de costa Menorca esconde gran parte de su historia.
Con una temperatura máxima media anual de casi 21 grados, la isla de Menorca casi asegura al visitante un clima ideal para disfrutar de sus playas y de sus innumerables calas. Desde su capital en Mahón hasta sus emblemáticos municipios como Ciudadela o Mercadal, Menorca se caracteriza también por sus yacimientos arqueológicos.
Menorca es el lugar habitado con una de las concentraciones más elevadas por metro cuadrado de restos prehistóricos en todo el mundo, ya que cuenta con más de 1.500 restos arqueológicos que pueden visitarse en la isla. Dada el vasto número de yacimientos y la distancia que separa cada uno de ellos recomendamos pasar por la oficina de turismo y adquirir un mapa.
Pocos lugares en el mundo ofrecen la posibilidad de recorrer más de dos mil años de historia en una misma isla.
Tal es la importancia de los yacimientos arqueológicos que se pueden visitar en la isla, que recientemente 280 de sus enclaves han sido promovidos para ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Algunos de estos yacimientos arqueológicos incluyen necrópolis, poblados, navetas, taulas y talayots con un origen milenario.
Un recorrido por la historia que abarca desde al año 2.300 a.c. hasta el año 123 a.c., con la conquista del Imperio Romano.
Lugares arqueológicos destacados
Sin duda, los lugares a visitar son innumerables, pero queremos destacar algunos de los yacimientos arqueológicos que han sido seleccionados para ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad.
Próximo a Ciudadela se encuentra la Naveta des Tudons, una nave funeraria en perfecto estado de conservación. También en esta ciudad se encuentra el asentamiento costero de Cala Morell.
A menos de cinco kilómetros de Alaior podremos visitar en nuestra ruta por Menorca en coche de alquiler, uno de los poblados talayóticos más grandes de las Islas Baleares, la Torre D´en Galmés, ya que no es posible visitarlo con transporte público.
El poblado de Talatí de Dalt es otro de los puntos a los que el transporte público no llega y que ofrece al visitante, a tan solo cuatro kilómetros de la ciudad de Mahón, una taula en muy buen estado de conservación.
Por último, podremos visitar con nuestro coche de alquiler en Menorca, un poblado prehistórico con más de cinco hectáreas de extensión y que alberga el santuario de Taula y el gran Talayot Central o un recinto funerario al aire libre como Cales Coves
Estos son solamente algunos de los yacimientos arqueológicos que se pueden visitar en la isla, pero las posibilidades son infinitas, ya que Menorca ofrece un sinfín de yacimientos arqueológicos que podrás disfrutar con tu coche de alquiler en Menorca.
La cocina menorquina es en ocasiones una cocina de supervivencia y que cuida al máximo el sabor original de los producidos de primera calidad. Es sencilla, poco artificiosa, no obstante sobre todo es cocina de temporada.
Es una cocina sobre todo de pescado, sobre todo palangre, y de marisco, crustáceos, conchas y calamares especialmente. Las frutas y verduras se cultivan de forma lo más variada posible ya pequeña escala, sólo por el consumo local.
Hasta mediados del siglo xx, las cabras eran tan abundantes que se despreciaban, se comían sólo cuando había hambre (cosechas estropeadas, mala pesca, etc.) y a escondidas. Hoy son un lujo. En especial son muy apreciados los pies de cabrito menorquines.
Menorca es una isla preciosa con muchos contrastes en sus paisajes, con un clima estupendo todo el año y, además, tiene muchos productos autóctonos que le permiten elaborar platos muy especiales y únicos en el mundo. ¿Cuáles son algunos de ellos?
¿Alguna vez habías pensado en la relación que tiene este nombre con la capital de Menorca? Pues muchos afirman que esta salsa viene precisamente de allí. Cuenta la leyenda que su nombre se debe a la época de invasores franceses en la isla quienes no eran muy partidarios del ajo y pedían alioli sin este ingrediente.
En una isla no pueden faltar los platos tradicionales de marisco, y la caldereta de langosta es el plato por excelencia de Menorca. Se hace a base de cebolla, ajo, tomate y langosta troceada, y se le conocía antaño como el plato más común de los pescadores en la isla. Hoy es uno de los platos más demandados (y más caro) en los restaurantes, pero sin duda, su intenso sabor hace que merezca la pena probarlo.
Las Baleares es tierra de embutidos y buen comer, y Menorca no podía ser menos. Algunos de los más característicos de esta isla son el Cuixot, una especie de longaniza de color negro, y la Carnixulla, una butifarra que no podrás conseguir en ningún otro lugar.
El queso de Mahón es autóctono 100 %, tanto que se ha declarado Denominación de Origen Protegida. Es particular por su color anaranjado, nada común en otros quesos. Los menorquines adoran su intenso sabor y lo comen a cualquier hora del día, con pan y sobrasada, otra delicia de este archipiélago.
Tranquilo, que no vamos a recomendarte que comas crema ni mucho menos. La pomada es una bebida típica de las fiestas en la isla que se puede tomar en cualquier mes del año. Para elaborarla se necesita ginebra menorquina, llamada Gin Xoriguer, la cual se produce en Mahón, y limonada granizada. Es realmente deliciosa.
¿Te gustaría probar todas estas delicatesen de la isla? Pues recuerda que al alquilar un coche en Menorca puedes moverte con total libertad por la zona y acudir a los lugares más característicos de cada uno de los platos típicos de Menorca. No dejes que se te escape nada y alquila un coche en Menorca para poder exprimir y disfrutar al máximo de esta maravillosa isla que tanto tiene por ofrecer.
Menorca es una isla llena de encantos para todos los gustos, que se puede disfrutar en toda época del año, porque no solo existen playas sino también un conjunto de regalos naturales para disfrutarlos los 12 meses del año.
Con el paso del tiempo se fue construyendo el Camí de Cavalls, o Camino de Caballos, una ruta de 185 kilómetros que conecta toda la isla con la posibilidad de recorrerla totalmente en una vuelta que puede tomar unos 7 ú 8 días, dependiendo de las capacidades y experiencia de los senderistas.
Se puede comenzar desde un punto y finalizar en el mismo. También hay personas que van haciendo tramos alternativos y, en cada visita, logran completarlo. De cualquier forma, los 185 kilómetros serán una bonita experiencia que demandará esfuerzo, energías y mucha constancia, porque hay etapas un poco más largas que otras, pero todas estarán llenas de aventura y paisajes para alimentar los trayectos.
Un dato importante, este camino tiene reconocimiento oficial del Ayuntamiento de Menorca desde el año 1996, por lo que es parte de las atracciones turísticas y de protección que las autoridades locales protegen, esto quiere decir que se ha acondicionado y señalizado en todo su trayecto con la finalidad de protegerlo.
Aunque se puede comenzar a recorrer desde cualquier punto, el Camí de Cavalls, tiene un kilómetro “0” que se ubica en la Culásegra del Puerto de Mahón, de allí en adelante se inicia la cuenta de distancias muy bien señalizadas por estacas y pequeños monolitos, cada 50 ó 100 metros para que los senderistas puedan hacer la ruta sin penderse.
Hay que tomar en cuenta varios aspectos, las distancias y las dificultades, pero las rutas han sido planificadas para que se puedan hacer con la mayor comodidad posible. Hay tramos largos, aunque muy accesibles, teniendo en cuenta que lo significativo es disfrutar haciendo una actividad deportiva de muy alto impacto en la salud mientras se hace turismo.
Los recorridos, entre un punto y otro, serán adecuados a un tiempo que no es mayor a las 5 horas, y las dificultades nunca será extremas o difíciles. Hay tramos largos entre Favarix-Arenal d´en Castell con 13.6km (etapa 4), Ciudatella-Punta Axtrutx y Punta Axtrutx-Cala Turquesa (etapas 11 y 12) también de 13km, pero hay unas muchos más cortas.
La posibilidad de realizar este paseo de otra forma diferente a la caminata, es real. Hay compañías de turismo que ofrecen alquileres de bicicletas para que se hagan los 185 kilómetros de forma distinta.
De cualquier forma, siempre será una atracción distinta a la habitual. Es una manera de conectarse con la naturaleza, de apreciar las belleza y secretos de la isla de Menorca desde otra actividad y tener un recuerdo distinto al habitual de playa, arena y relax.
También, han existido emprendedores más arriesgados que han asumido de forma romántica el paseo y han llevado caballos para hacer paseos en tramos muy cortos y específicos, digamos que recordando los orígenes de los caminos y agregando un toque distinto a la rutina. No te sorprendas si te topas con un caballo en tu caminata.
Desde junio hasta septiembre cada pueblo y ciudad celebra su fiesta. La temporada de fiestas tiene comienzo explosivo en Ciutadella con las fiestas de Sant Joan. Son con diferencia las más famosas y las más tradicionales, y son conocidas por toda España. Las fiestas de Maó en septiembre, también espectaculares, con el colofón final del verano. Entre medio, casi cada fin de semana, se celebra una fiesta en el territorio menorquín.
Aunque tienen origen religioso cada fiesta está dedicada al santo patrón de cada pueblo) en la actualidad son una buena excusa para dejar de trabajar y divertirse sin parar durante varios días. En fiestas Menorca rompe con su reputación de ser una isla tranquila, sus gentes saben muy bien como pasarlo bien.
Los comercios cierran, las calles se convierten en peatonales,se montan atracciones de feria, mayores y jóvenes toman las calles. Además se organizan juegos, carreras y competiciones durante el día. También conciertos y fuegos artificiales por la noche.
El acto estrella es sin duda alguna el jaleo, en el que los caballos de raza menorquina son los protagonistas.
El origen del jaleo data del medievo y está lleno de tradición y simbolismo. Pero tan pronto la música comienza, la historia y el significado original se pierde. Multitud de personas llenan las calles, se improvisan bares al aire libre que sirven cerveza y pomada (una mezcla potente de gin local y limonada).
Los preciosos caballos negros, adornados con cintas de colores, y sus jinetes vestidos con casaca negra, pantalones blancos y sombreros de tres puntas, son ovacionados por la muchedumbre. Se colocan en fila de a dos o a tres y bailan al son de la música sobre sus patas traseras.
Es un espectáculo que no se puede ver en ningún otro lugar del mundo. El ambiente de fiesta y júbilo es contagioso. Es imposible no quedar cautivado. Antes de que se de cuenta estará abriéndose paso entre la multitud para tocar el pecho de los caballos.
Nota: el jaleo es un acto multitudinario y bullicioso. No está recomendado para niños pequeños y personas mayores.
| Ciutadella | 23 y 24 de junio | Sant Joan |
| Es Mercadal | Tercer fin de semana de julio | Sant Martí |
| Fornells | Cuarto fin de semana de julio | Sant Antoni |
| Es Castell | 24, 25 y 26 de julio | Sant Jaume |
| Es Migjorn | Quinto fin de semana de julio o primer fin de semana de agosto | Sant Cristòfol |
| Alaior | Segundo fin de semana de agosto | Sant Llorenç |
| Ferreries | 23, 24 y 25 de agosto | Sant Bartomeu |
| Sant Lluís | Último fin de semana de agosto | Sant Lluís |
| Maó | 6,7, 8 y 9 de septiembre | Mare de Déu de Gràcia |
| Cala’n Porter | Tercer fin de semana de septiembre | |
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